Cuando me enteré por primera vez del enfoque que había adoptado EVL para producir una barra de proteína, me sentí intrigado e incluso un poco escéptico. Por lo general, tiendo a inclinarme más por las barras tradicionales a base de suero, a diferencia de estas a base de mantequilla de maní, pero según mi experiencia con muchos otros productos de EVL, quería probar esto. De buenas a primeras, permítanme resumir esto diciendo: imagine mezclar algunas chispas de chocolate con un poco de mantequilla de maní cremosa y luego colocarlas en el refrigerador durante unas horas. El resultado final es exactamente el sabor y la sensación de estas barras. Si bien es posible que no tengan tanta proteína como mis barras tradicionales, la calidad, el sabor y la textura las convierten en un refrigerio delicioso y aun así me ayudan a alcanzar mis objetivos macroeconómicos diarios. Al igual que con otros productos EVL, los ingredientes de calidad y los beneficios proporcionados no decepcionan. Esto me servirá como un excelente refrigerio después de hacer ejercicio y entrenar, o simplemente entre comidas como parte de mi dieta diaria.
