Lo compré porque estaba en oferta sin pensarlo mucho. Fue más fácil de usar de lo que esperaba y me alegro de haberlo comprado. Los colores son muy lindos, y cuando le das un bocadillo a un niño de un año, él o ella los sacará uno por uno y se concentrará en comerlos, para que los padres se los puedan dar cuando necesiten algo de tiempo. El tamaño es un poco grande para que lo sostenga un niño de 1 año, pero la taza y la tapa son antideslizantes, por lo que puede sostenerlo bien mientras come. Tiene una estructura sencilla con un corte recto en la tapa de silicona que sólo hay que colocar sobre la taza. La tapa es suave y facilita sacar los bocadillos. Pellizque, apriete y use ambas manos para entrenar las yemas de los dedos. Esto es útil porque el contenido no saldrá incluso si lo sueltas. Los dulces no se desbordarán de la muesca. La parte de la taza es transparente, para que puedas ver cuánto queda y cuánto tardarás en terminar de comer. No me gusta ponerle tapas de silicona, pero ésta es fácil de poner porque está hecha de un material suave y tiene un asa del que puedes tirar. El hecho de que puedas meterlo en el lavavajillas después de usarlo es un 5 estrellas para gente perezosa jajaja.
